Para
que no se me acuse de Fanboy Nintendero (que lo soy) hoy me voy a
deshacer en elogios al nuevo botón que han incorporado en el mando
de la PLAYSTATION4.
Bueno,
puedo meterle un poco de caña y decir que el mando me parece la
misma mierda insufrible de siempre, pero nada de eso importa en el
momento en el que incluyes EL BOTÓN DE COMPARTIR.
¡Directamente
ahí!, ¡Cómo un botón más del mando! ¡tan esencial como el start
o la X! Sin chorradas, es algo a lo que no habían llegado ni los
super-cool de Apple.
Ya
conocéis su funcionalidad, compartir al instante fotos o videos de
lo que pasa o ha pasado en la pantalla (porque la play graba los
últimos minutos de partida).
Un
interés que va mas allá de lo estrictamente económico, las
personas comparten “gratis” y el mercado a posteriori monetariza
esas ansias de compartir.
Pero
en principio la gente comparte “a motu proprio”. Y tan imbuídos
estamos en la lógica del funcionamiento de este sistema que sólo
atiende a lo estrictamente económico que nos parece absurdo que la
gente haga algo gratis.
De
hecho cuenta la leyenda que cuando los fundadores de youtube fueron a
pedir un préstamo para empezar su proyecto el tío del banco les
preguntó:
-¿Y
cuánto les vais a pagar por cada video que suban?
Y
ya sabéis cual fue la respuesta
Y
es cierto que no recibimos pasta por compartir, pero mentiríamos si
dijésemos que no ganamos algo.
Ganamos
algo que las máquinas, los ordenadores y el sistema económico no
necesitan pero que para los humanos es más esencial que el oxígeno.
El
reconocimiento por parte de otro.
Internet
es una suma de soledades dentro de una red de egoísmo, exactamente
como el mundo mismo xDDD. Y cuando un ser humano siente que está
solo sufre un agresivo proceso de auto-destrucción, pasar muchas
horas aislado jugando a videojuegos puede provocar rechazo en muchas
personas, compartir aunque sea digitalmente las experiencias vividas
nos ayuda a conseguir el reconocimiento de otros y tener la sensación de que
formamos parte de la sociedad.
El
peor castigo al que se puede someter a un ser humano es el
ostracismo, el “like” en el facebook que te hace alguien en una
foto subida con el móvil es lo único que de verdad atestigua que
estuviste allí, la foto en sí no basta puesto que si no puedes
compartirla nadie sabrá que estuviste.
Tenemos
que sentirnos integrados. Tenía un profesor este año que decía
“todo ser humano quiere gustar a los demás y aquel que no quiere
es sospechoso”.
Seguro
que ahora con la vuelta de vacaciones todos lo habéis experimentado
en el facebook, se inunda de las fotos de las vacaciones.

El reconocimiento y el miedo a la burla social son dos de los mecanismos más fuertes que influyen en nuestros actos. Después de todo, pese a los estereotipos que nos quieren implantar a la fuerza a los gamers, somos sociales en diferente medida, siempre queriendo compartir nuestros logros con los demás.
ResponderEliminarMuy interesante tu análisis y tu blog.
Saludos desde Perú de otro estudiante de Antropología :)